domingo, 29 de julio de 2012

Cambio de rumbo

...Cuenta la historia que un día,
  cambió por completo su vida.
 Su caos dio paso a la serenidad y al aprecio...

Susurros...

Cuentan la historia de aquella chica que nadie quiso escuchar, ni tan solo observar.

Cuentan la historia de aquel ángel que sin piedad alguna fue desperdiciado y alejado de la realidad, de la mera historia de su vida, de sus sueños, de su hogar, de su propia alma...

Decidió alejarse para nunca más volver a ser perseguida por sus miedos y por aquellos complejos que apenas le dejaban atrapar el sueño. Ella deseaba soñar con un futuro próximo, con una nueva realidad feliz y distante de su propio presente. Deseaba fervientemente olvidar sus males o sus prejuicios, quería alcanzar aquella inocecia infantil que nunca tuvo y volar más allá de las barreras impuestas en su mundo.

Alejarse de ese árbol enorme de maldad y violencia que a menudo se veía alimentado por una humanidad inhumana, sin sentimientos, sin ojos para los demás y carente de ninguna personalidad.

Cuenta la historia que el mundo que aquella chica soñaba nunca existió pues solo era un mero susurro de aquel mundo que le fue arrebatado de su mente cuando esta ni siquiera existía.

Piel contra piel

Probar el sabor de sus labios resulta todo un deleite.

Acercarse a ellos por el camino señalado, a través de la suave linea dibujada entre su pecho y que tímidamente procede de entre sus piernas; resulta un juego tremendamente peligroso, casi tanto como la droga.

Te retiene, te ata y te pierde en un sinfín de belleza que no te deja marchar, pero ni que loco dejarías que escapase.

Sus ojos tan chistosos como su ingenio, revelan un tímido atisbo de su rebeldía, pero calman hasta los mares más embravecidos. Su mirada impacta en la tuya como una llamarada, capaz de consumir en medio segundo ambos cuerpos en uno, capaz de encender en llamas la pasión contenida; pero este fuego no se apaga es distinto.

Sus manos hacen milagros en tu cuerpo y sigilosas acarician un sinfín de diferentes destinos por tu piel, son capaces de quitarte el aliento, te aceleran y te encienden hasta el fin de tus días, son el peligro en persona pero su atractivo característico te embruja su olor te embriaga.

Sumidos en un abrazo infinito, nos acercamos hasta el fin de nuestros días juntos, piel contra piel ajenos a todo lo que nos rodea como dos siluetas desnudas en un campo lleno de minas.
Y es que nadie dijo que el peligro que tienes escrito en la mirada y que tiene tocarte fuese sano, pero resulta como decirlo...La mejor droga que he probado y de la que ni en sueños pienso desengancharme.