domingo, 29 de julio de 2012

Piel contra piel

Probar el sabor de sus labios resulta todo un deleite.

Acercarse a ellos por el camino señalado, a través de la suave linea dibujada entre su pecho y que tímidamente procede de entre sus piernas; resulta un juego tremendamente peligroso, casi tanto como la droga.

Te retiene, te ata y te pierde en un sinfín de belleza que no te deja marchar, pero ni que loco dejarías que escapase.

Sus ojos tan chistosos como su ingenio, revelan un tímido atisbo de su rebeldía, pero calman hasta los mares más embravecidos. Su mirada impacta en la tuya como una llamarada, capaz de consumir en medio segundo ambos cuerpos en uno, capaz de encender en llamas la pasión contenida; pero este fuego no se apaga es distinto.

Sus manos hacen milagros en tu cuerpo y sigilosas acarician un sinfín de diferentes destinos por tu piel, son capaces de quitarte el aliento, te aceleran y te encienden hasta el fin de tus días, son el peligro en persona pero su atractivo característico te embruja su olor te embriaga.

Sumidos en un abrazo infinito, nos acercamos hasta el fin de nuestros días juntos, piel contra piel ajenos a todo lo que nos rodea como dos siluetas desnudas en un campo lleno de minas.
Y es que nadie dijo que el peligro que tienes escrito en la mirada y que tiene tocarte fuese sano, pero resulta como decirlo...La mejor droga que he probado y de la que ni en sueños pienso desengancharme.

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